lunes, 25 de febrero de 2013

No hay que publicar rumores

 Caso noticia "muerte del chapo"

El sábado recién pasado la colega Samanta Guerrero colocó en su muró esto

"Cómo fue que caímos en la farsa, cómo fue que todos nos dejamos llevar por el otro medio oficial, cómo fue que ayudamos a bajarle el mosh a otras noticias. No hay ataque armado y el chapo no se murió en Guatemala."

Mi apreciación como periodista es la siguiente y se lo comentaba a Samanta; esto ocurrió por querer ganar la noticia, por querer "estar en la jugada", por olvidar que sos  periodistas , porque "tiras" una nota hasta que la confirmaste, sin importar lo que otros digan. Ocurrió porque perdimos la esencia (aunque allá sido un rato).

 A todos nos pasa, incluyendo a "El País". Así que en lugar de echarnos culpas, volvamos, reflexionemos sobre lo que somos y somos periodistas. En este caso le cayó a altas autoridades, lo que me parece una exageración porque a veces el funcionario reacciona ante la presión de los medios y esto lo puede llevar a cometer errores.

Este mes de febrero de 2,013 el "Comandante" Fidel Castro ofreció una entrevista a medios cubanos que lo abordaron cuando acudió a votar en las elecciones para diputados. La entrevista, revisada y autorizada por él mismo, tiene una cuantas citas y destaco la siguiente "Cuantos errores se pueden cometer por la falta de información".

 Parece que la noticia de la supuesta muerte del Chapo Guzmán empezó con un rumor y Ángel Alayón, economista venezolano, director de la revista digital "Prodavinci" público un texto, el que fue reproducido por www.saladeprensa.org  y en una parte se lee "La probabilidad de que una persona crea un rumor depende de lo que pensaba sobre el tema antes de escuchar el rumor. Si usted cree que dentro de un partido político hay políticos corruptos y escucha el rumor de que un miembro de ese partido ha incurrido en actos de corrupción, es muy probable que usted crea en ese rumor. El rumor, aunque falso, será creíble en la medida de que las convicciones previas predisponen a la gente a creer. Como dice Sunstein: “Si usted es propenso a detestar a una figura pública, o de hecho, disfruta pensando las peores cosas de ella, tendrá motivos para pensar que los rumores perjudiciales sobre dicha figura son verdad incluso si rayan en lo increíble.” No procesamos la información de manera neutral. Nuestras creencias y prejuicios filtran y sesgan la información que recibimos."



A que periodista no le ha pasado algo similar, más pequeño o más grande en dimensiones de impacto noticioso; a mi también me pasó, que porque otros medios lo decían yo también. Sobre esto hay que obtener una buena reflexión los reporteros y redactores/editores, solo es noticia cuando se corrobora, cuando se tiene la certeza, no hay que "retuitiar", copiar y pegar solo porque sí. El "clavo" de esta noticia no es de una o dos personas, funcionarios o no, es de todos nosotros los que de alguna manera le entramos al asunto.

Guatemala, 25 de febrero de 2,013